Madrid, 14 de agosto de 2025 — El mundo del cine español ha sido sacudido por una polémica tan surrealista que podría haber sido escrita por el propio Santiago Segura… y, de hecho, lo fue. En su última entrega, Torrente Presidente, el inefable detective grasiento asciende a la presidencia del Gobierno y, en una de las escenas más comentadas, celebra un mitin arropado por militantes de un partido ficticio llamado NOX.
Lo que Segura jamás pudo imaginar es que esa broma, pensada como una parodia, provocaría la ira de cientos de votantes y simpatizantes de VOX, quienes han interpretado el guiño como un ataque “personal, directo y perfumado con ajo”.
“A mí me parece intolerable. He visto la escena en bucle y no hay duda: el logo es verde, hay banderas y uno de los figurantes lleva un bigote sospechosamente patriótico. Esto es VOX pero con una N para despistar”, declara indignado Ernesto Banderillas, portavoz de la recién creada Plataforma de Afectados por Chistes de Cine Español (PACHE).
Un boicot con sabor a pipas y pancartas
La protesta comenzó en redes sociales con el hashtag #NOXNosInsulta, que en menos de 24 horas acumuló más memes que firmas. Los más exaltados ya piden prohibir la proyección de la película en municipios “donde haya más de tres tractores censados”.
En un acto improvisado frente a un cine de Albacete, un grupo de manifestantes repartía bolsas de pipas mientras gritaban consignas como “¡Torrente traidor, fuera del televisor!” y “¡Santiago Segura, vuelve a hacer Torrente pero sin política, solo con tetas y pedos!”.
Uno de los presentes, que se identificó como Lobezno Hispánico en Twitter, iba disfrazado de Torrente y gritaba que “el personaje había sido secuestrado por la agenda 2030”. Según él, “antes Torrente robaba, insultaba y soltaba chistes machistas sin meterse en política… ahora es comunismo puro con patillas”.
Santiago Segura responde con tortilla de patatas
Santiago Segura, lejos de amedrentarse, ha respondido con un comunicado grabado desde su cocina, mientras le daba la vuelta a una tortilla:
“A ver, queridos… NOX no es VOX. Es un partido ficticio que inventé porque me sonaba bien y porque rima con ‘fox’, que es zorro en inglés. Y Torrente, como sabéis, es idiota: el personaje, no yo (aunque a veces coincidimos). Si alguien se siente ofendido, que venga a mi casa, le invito a tortilla y lo hablamos.”
Aun así, la polémica creció cuando un usuario filtró supuestas capturas del guion en las que Torrente, durante el mitin, promete “repartir pistolas de regalo en las comuniones y cambiar la bandera de la UE por una de Estrella Galicia”.
El surrealismo alcanza el Parlamento
Lo insólito llegó cuando un diputado real de VOX, cuyo nombre mantendremos en secreto porque todavía está en shock, preguntó en el Congreso si el Ministerio de Cultura piensa “actuar contra este ataque cinematográfico a las instituciones y al voto rural”. La ministra, entre risas, respondió que “probablemente Torrente sea el único presidente que ha limpiado su despacho con papel de cocina, así que no hay riesgo para la democracia”.
Mientras tanto, en foros ultraconservadores se especula con la idea de que Santiago Segura estaría infiltrado en una célula secreta de guionistas de izquierdas encargados de introducir mensajes subliminales en comedias españolas. Entre las pruebas presentadas figura el hecho de que, en Torrente 3, el villano principal usaba un maletín rojo.
Planes de contraataque
Los sectores más militantes ya preparan su represalia cultural: la creación de una saga alternativa titulada Valentín Presidente, donde un detective “higiénico, patriota y con cinturón bien sujeto” se enfrenta a hordas de “okupas veganos” y “perroflautas multicolor”.
Según sus productores, el filme incluirá “humor de bar sano, persecuciones en tractor y cameos de todos los influencers que pronuncien la palabra España con más de tres sílabas”.
Mientras tanto, Torrente sigue en taquilla batiendo récords y atrayendo a espectadores que jamás habían votado en su vida. “Yo vengo por las escenas de acción y porque hay un chiste con una freidora que casi me hace escupir la Coca-Cola”, confiesa Mariví, de 67 años, a la salida del cine.
El epílogo inesperado
A estas alturas, la única certeza es que Torrente Presidente ha conseguido lo que ninguna campaña electoral ha logrado en años: unir a gente de derechas, izquierdas y “me-da-igual” en una misma sala, riéndose de un personaje tan miserable que hace que cualquier político parezca un premio Nobel.
Eso sí, los de la PACHE ya han anunciado que, si Segura se atreve a crear una secuela con un partido llamado “POX”, habrá “consecuencias legales, espirituales y quizá gastronómicas”.
Como diría el propio Torrente: “No hay mal que por bien no venga… sobre todo si trae cañas y una de bravas”.