“Si nadie nos toma en serio, al menos que nos confundan con una peli de Santiago Segura”, afirma Abascal entre risas y olor a fritanga.
Madrid, 18 de agosto de 2025. — En un movimiento que mezcla marketing de saldo y desesperación electoral, Vox ha decidido cambiar su nombre a NOX, coincidiendo con el estreno de la última entrega de la saga Torrente, titulada precisamente Torrente: NOX.
Desde la sede del partido aseguran que la coincidencia “no es casualidad”, sino una estrategia brillante: “La gente ya estaba confundida entre nuestras ruedas de prensa y las películas de Torrente, así que ahora solo hemos hecho oficial lo evidente”, explicó Iván Espinosa de los Monteros, mientras mostraba orgulloso un cartel en el que se le veía vestido con chándal y riñonera.
Política de cine cutre
El líder del recién bautizado NOX, Santiago Abascal, compareció caracterizado como Torrente: gafas de espejo, bigote postizo y un palillo colgando del labio inferior. Con tono solemne, anunció:
“España necesitaba un nombre corto, duro y con olor a bar de carretera. NOX representa todo lo que somos: nocturnidad, torreznos y cerveza a temperatura ambiente.”
Santiago Segura, creador del personaje Torrente, confesó que en un principio pensó en demandar al partido por plagio. Sin embargo, tras ver el nuevo eslogan electoral —“NOX: La España que se merece un cubata”—, decidió colaborar como asesor artístico.
Estrategias de campaña
Entre las medidas más llamativas que prepara el partido para su nueva etapa destacan:
- Mítines proyectados en cines justo después de la película, con entrada incluida en la papeleta electoral.
- Sustitución de la corbata parlamentaria por el chándal tricolor, que se convertirá en uniforme oficial de los diputados.
- Un plan cultural para que todas las escuelas proyecten Torrente al menos una vez al mes “como educación cívica”.
- Instalación de máquinas expendedoras de torreznos en cada oficina de empleo.
Además, NOX pretende que el Congreso de los Diputados sea rebautizado como “El Bar del Congreso”, con camareros uniformados en lugar de ujieres y debates amenizados con tapas gratis.
Reacciones de la oposición
Las reacciones no se han hecho esperar. El PSOE ironizó diciendo que “ya sabíamos que Vox funcionaba como un spin-off de Torrente, ahora al menos se llaman igual”. Por su parte, Sumar respondió con un comunicado escueto: “NOX es más fácil de escribir en pancartas que Vox, gracias por el detalle”.
Desde el PP, en cambio, la reacción fue de preocupación: “Si el electorado empieza a confundir a Abascal con Torrente, podríamos perder el voto del cuñado medio”.
¿Un futuro con Torrente presidente?
El rumor más disparatado apunta a que, si la maniobra triunfa, José Luis Torrente podría ser el candidato oficial de NOX en 2027. Según fuentes cercanas, el plan incluiría convertir el hemiciclo en un karaoke con barra libre de cazalla.
“Entre Vox y Torrente no había mucha diferencia, salvo que Torrente daba más risa. Ahora ya no hay duda: NOX es directamente una película”, resumió un analista político con resignación.
Conclusión
El cambio de Vox a NOX confirma lo que muchos ya sospechaban: la política española ha alcanzado tal nivel de esperpento que solo puede sobrevivir disfrazándose de película cutre.
O, como dijo Abascal al cerrar la rueda de prensa mientras brindaba con un carajillo:
“Si no gobernamos, al menos que nos den un Goya.”