En las primeras horas del 18 de septiembre de 2025, el panorama político y mediático se vio sacudido por una serie de eventos que destacaron las profundas divisiones y sensibilidades dentro del discurso estadounidense. En el centro de esta tormenta se encontraba Jimmy Kimmel, el presentador de “Jimmy Kimmel Live!”, cuyos comentarios sobre el reciente asesinato del activista conservador Charlie Kirk desataron una amplia indignación y llevaron a su suspensión del aire.
El 17 de septiembre de 2025, Jimmy Kimmel emitió un monólogo en su programa de late-night que abordó el asesinato de Charlie Kirk, una figura prominente en el movimiento conservador y un aliado clave del ex presidente Donald Trump. La muerte de Kirk, que ocurrió apenas días antes, ya había enviado ondas de choque a través del espectro político, dado su influencia y las circunstancias de su asesinato por Tyler Robinson, un joven con supuestas vistas de izquierda.
Los comentarios de Kimmel, como se captaron en un video compartido por “La Derecha Diario” en X, fueron particularmente incendiarios. Se refirió a Robinson no como un “asesino” sino como un “chico”, y sugirió que la “Maga gang” (un término a menudo usado para describir a los seguidores de Trump) estaba desesperadamente tratando de distanciarse de Robinson, a quien Kimmel implicó que era uno de ellos. Acusó a los seguidores de Trump de intentar “sacar puntos políticos” de la muerte de Kirk, una afirmación que fue recibida con inmediata reacción negativa.
El video, que incluía subtítulos en español, mostró a Kimmel diciendo, “Hicimos nuevos bajos el fin de semana, con la Maga Gang intentando desesperadamente caracterizar a este niño que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos y haciendo todo lo posible para ganar puntos políticos.” Esta traducción dice, “Alcanzamos nuevos mínimos el fin de semana, con la Maga gang desesperadamente tratando de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos y haciendo todo lo posible para sacar puntos políticos.”
La reacción a los comentarios de Kimmel fue rápida y severa. Las voces conservadoras, incluidas las de X, expresaron su indignación. Usuarios como @ChibiReviews y @Pirat_Nation condenaron a Kimmel, con @ChibiReviews afirmando, “Los comentarios de Jimmy Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk son vergonzosos. Llamar al asesino un ‘chico’ y culpar a los seguidores de Trump es inaceptable.” @Pirat_Nation agregó, “Es por esto que la gente está dejando de ver la televisión de late-night. El sesgo de Kimmel es insoportable
La controversia se intensificó cuando Donald Trump mismo intervino, publicando en las redes sociales, “El programa de Jimmy Kimmel, con bajas calificaciones, ha sido CANCELADO. Compartió su opinión y está siendo cancelado. Para mí, eso es extraño.” Esta declaración llegó poco después de que ABC anunciara que “Jimmy Kimmel Live!” sería pre-emptado indefinidamente, una decisión que también fue influenciada por Nexstar Media, uno de los mayores propietarios de estaciones de televisión en los EE. UU., decidiendo no emitir el programa “por el futuro previsible.
La suspensión de Jimmy Kimmel y la reacción en contra de sus comentarios deben entenderse dentro del contexto más amplio de los medios y la cultura estadounidense. La televisión de late-night ha sido durante mucho tiempo un campo de batalla para la sátira política, pero la línea entre el humor y la insensibilidad se ha vuelto cada vez más borrosa. Los comentarios de Kimmel fueron vistos por muchos como cruzar esa línea, especialmente dada la gravedad del asesinato de Kirk y la conversación nacional ongoing sobre la violencia políti
Este incidente también refleja las tensiones elevadas tras una serie de ataques de alto perfil contra figuras políticas, incluyendo dos intentos de asesinato contra Trump durante su campaña de 2024. El asesinato de Kirk, descrito por algunos como parte de una cadena de tales incidentes, ha exacerbado los temores de una escalada de violencia política y el papel de los medios en mitigar o exacerbar estas tensiones.
La suspensión de Jimmy Kimmel plantea preguntas importantes sobre los límites de la libertad de expresión, las responsabilidades de las figuras de los medios y el impacto de sus palabras en el discurso público. Mientras que algunos argumentan que los comentarios de Kimmel estaban protegidos bajo el disfraz de la sátira, otros sostienen que cruzaron a un territorio que no solo era de mal gusto, sino también potencialmente dañino, dado el clima de violencia política.
Este incidente también destaca la polarización de los medios estadounidenses. Los programas de late-night, una vez vistos como entretenimiento apolítico, se han convertido cada vez más en plataformas para el comentario político, a menudo alineándose con un lado del espectro. La suspensión de Kimmel puede señalar un retroceso contra esta tendencia, o puede profundizar aún más la división, con audiencias buscando medios que se alineen con sus propios puntos de vista.
Al final, la suspensión de Jimmy Kimmel puede ser vista como un punto de inflexión, impulsando una reevaluación de cómo se maneja el comentario político en los medios principales. Si conduce a un enfoque más matizado o profundiza aún más las divisiones existentes, está por verse, pero una cosa es clara: la conversación sobre los medios, la política y la responsabilidad está lejos de terminar.