Oviedo, 4 de febrero de 2025 – En una movida que ha dejado a los urbanitas boquiabiertos y a los rurales riendo a carcajadas, el Partido Popular de Asturias ha presentado una propuesta legislativa que busca proteger dos de los más emblemáticos “patrimonios” del campo asturiano: el canto del gallo y el olor a estiércol.
El portavoz del PP, un hombre cuyo nombre no hemos podido recordar porque todos los políticos empiezan a parecerse después de un rato, declaró con vehemencia: “El canto del gallo es la verdadera alarma matutina de nuestra tierra. ¿Qué sería de Asturias sin ese ‘kikirikí’ a las cinco de la mañana? ¡Es nuestro patrimonio acústico!”
Pero la propuesta no se queda ahí. También aboga por la protección del olor a estiércol, argumentando que “es el aroma de la vida rural, el perfume de nuestra economía agrícola. Sin él, ¿cómo sabríamos que estamos en el campo y no en alguna urbanización de lujo?”
Los vecinos de las zonas rurales han reaccionado con una mezcla de humor y resignación. “Por fin alguien habla de lo importante”, dijo un ganadero local, mientras luchaba por mantenerse serio. “Ahora solo falta que protejan el sonido de las vacas masticando hierba a medianoche.”
Sin embargo, no todos están encantados. Los turistas que visitan Asturias en busca de paz y tranquilidad ya han comenzado a recoger firmas para una contracampaña titulada “Salvemos nuestro sueño”. “Vine aquí para desconectar, no para despertarme con un gallo y un ‘aroma’ que podría confundirse con una guerra química”, comentó un visitante visiblemente enojado mientras firmaba la petición.
Los ecologistas, por su parte, han sugerido que, si vamos a proteger el canto del gallo, también deberíamos considerar la creación de un fondo para la protección de los gallos, ya que su canto podría ser perjudicado por el cambio climático o el estrés de ser el centro de atención legislativa.
Mientras tanto, los políticos de la oposición no han perdido la oportunidad de burlarse de la propuesta. “Si el PP quiere proteger el folklore asturiano, ¿por qué no empiezan por la sidra y dejan el estiércol para los abonos?”, cuestionó un miembro de la oposición con una sonrisa.
La iniciativa, que aún debe pasar por varios trámites legislativos antes de ser aprobada, promete ser una de las más coloridas y olfativamente intensas de la política asturiana en mucho tiempo. Mientras tanto, los gallos de Asturias cantan, ajenos a la controversia, y los campos siguen oliendo a lo que siempre han olido: a vida.
También le puede interesar
El PP de Asturias pide proteger por ley el canto del gallo y el olor a estiercol en el campo a.lavoz.es/a02cg2