Cuando la profundidad del pensamiento se reduce a etiquetas: un análisis de los estereotipos perpetuados en redes sociales
En un mundo tan avanzado tecnológicamente que podría hacernos creer que hemos dejado atrás los estereotipos arcaicos, aparece una tiktoker dispuesto a iluminar nuestras vidas con su brillante “insight”: las mujeres solo pueden ser una de tres cosas, según ella. La sexualizada, la sumisa o la amargada. ¡Vaya observación! Por fin alguien tuvo el valor de resumir siglos de luchas feministas en tres encantadoras etiquetas.
Primero, hablemos de la mujer sexualizada, porque claramente toda mujer que decide mostrarse atractiva lo hace exclusivamente para complacer al espectador masculino. Olvidemos que puede ser una elección personal, un ejercicio de autoconfianza o simplemente una decisión irrelevante que nada tiene que ver con terceros. No, no, según este genia contemporánea, todo gira en torno a ser un objeto de deseo. Gracias por abrirnos los ojos, querida tiktoker, porque ¡de verdad pensábamos que las mujeres tenían agencia propia!
En segundo lugar, tenemos a la mujer sumisa. Esa figura que, según la tiktoker, solo existe para cumplir con las necesidades del hombre y nunca se atrevería a levantar la voz. Claro, porque ningún hombre contemporáneo querría una pareja que sea su igual, alguien con quien compartir una relación basada en respeto mutuo. ¡Eso sería una locura! Mejor volvamos a los días en que la mujer se quedaba en la cocina, porque eso sí es el sueño de toda persona moderna, ¿cierto?
Finalmente, está la mujer amargada. Porque, por supuesto, si una mujer no encaja en las primeras dos categorías, su única opción es ser infeliz y estar molesta con la vida. No importa si tiene una carrera exitosa, una familia feliz o una vida llena de aventuras. Si no está complaciendo la visión de mundo de este filósofo del siglo XXI, entonces debe ser una amargada. ¡Qué lógica tan impecable!
Este tipo de discursos, aunque puedan parecer simples tonterías en redes sociales, son un reflejo de ideas que, lamentablemente, persisten en ciertos sectores de la sociedad. La ironía es que quienes se creen tan audaces al reducir a las mujeres a categorías tan simplistas solo están demostrando una visión limitada, carente de creatividad y profundamente desinformada.
Así que gracias, tiktoker iluminada, por recordarnos lo mucho que queda por hacer en cuanto a educación y respeto. Quizá deberíamos crear una nueva categoría para ti: la de la ignorante confiada. No te preocupes, también es una etiqueta sencilla de entender.