En un giro inesperado que sacude el mundo de los videojuegos y las finanzas globales, el Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés) de Arabia Saudí, el coloso financiero impulsado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, se encuentra al borde de la escasez de efectivo. Según un reciente artículo publicado en Vandal, tras participar en la adquisición de Electronic Arts (EA) por la astronómica cifra de 55.000 millones de dólares, el PIF está reestructurando sus operaciones y cerrando temporalmente su cartera de inversiones debido a una serie de proyectos fallidos que no han generado la rentabilidad esperada.
Esta noticia, basada en un informe del *The New York Times*, revela las grietas en la ambiciosa estrategia de diversificación económica de Riad, conocida como Visión 2030. El PIF, que gestiona activos por valor de más de 925.000 millones de dólares, ha invertido agresivamente en sectores como el entretenimiento digital, el deporte y la tecnología, pero ahora enfrenta un déficit gubernamental y limitaciones de liquidez que podrían tener repercusiones directas en la industria de los videojuegos.
## El Ascenso del PIF: De Petróleo a Imperio Global
El PIF no es un fondo soberano cualquiera. Creado en 1971, pero revitalizado en 2015 bajo el liderazgo de Mohammed bin Salman (MBS), se ha convertido en el motor de la Visión 2030, un plan para transformar Arabia Saudí de una monarquía dependiente del petróleo en una potencia diversificada. MBS, de 39 años, ha inyectado miles de millones en proyectos futuristas como la ciudad lineal de Neom, eventos deportivos masivos y, más recientemente, el gaming.
En el sector de los videojuegos, el PIF opera a través de Savvy Games Group, fundada en 2021 con un presupuesto de 38.000 millones de dólares para los próximos años. Savvy ha tejido una red impresionante: participaciones en Nintendo (hasta un 8,5% en su pico), Embracer Group (8,3%), Take-Two Interactive, Activision Blizzard, Capcom, Nexon y Scopely (adquirida por 4.900 millones en 2023, creadores de *Monopoly Go!*). Incluso antes, en 2021, el PIF compró directamente un 9,9% de EA, posicionándose como accionista clave.
El clímax llegó el 29 de septiembre de 2025: EA anunció su privatización en un acuerdo histórico de 55.000 millones de dólares, liderado por un consorcio formado por el PIF, Silver Lake y Affinity Partners (fondo de Jared Kushner). Los accionistas de EA recibirán 210 dólares por acción, un 25% más que el precio previo al anuncio, con cierre previsto para el primer trimestre del año fiscal 2027. Andrew Wilson, CEO de EA, celebró la operación: “Continuaremos empujando los límites del entretenimiento, el deporte y la tecnología, desbloqueando nuevas oportunidades”. Turqi Alnowaiser, del PIF, enfatizó: “Esta asociación ayudará a impulsar el crecimiento a largo plazo de EA”.
EA, con franquicias como *EA Sports FC* (ex-FIFA), *Battlefield*, *The Sims* y *Apex Legends*, genera miles de millones anuales. Bajo propiedad privada, promete más libertad creativa, pero también despierta temores de recortes para maximizar retornos, especialmente con 20.000 millones en deuda asumida por el consorcio.
## La Tormenta Perfecta: Inversiones Fallidas y Presiones Económicas
Sin embargo, la euforia duró poco. Solo dos meses después, el *New York Times* reveló, citando a once fuentes cercanas, que el PIF está “sin efectivo para nuevas inversiones”. El fondo ha pausado su cartera, despidiendo ejecutivos y reestructurando. Entre los fracasos:
– **Neom**, la utopía de 500.000 millones: Incluye una estación de esquí en el desierto operada por robots (Trojena), cuyo jefe fue despedido. El proyecto global, con “The Line” de 170 km, enfrenta sobrecostes y retrasos.
– **Lucid Motors**, startup de vehículos eléctricos: PIF ha inyectado más de 6.400 millones, pero Lucid apenas produce y acumula pérdidas, sin cumplir metas.
– Una cadena de cafeterías con **solo una tienda**.
– Una línea de cruceros con **un solo barco** (posiblemente Red Sea Global).
Otros tropiezos incluyen recortes en Starbucks y ventas de acciones en EE.UU. El gobierno saudí entró en déficit por promesas internas de MBS y precios bajos del petróleo, limitados por acuerdos OPEP+ y geopolítica (transición verde global).
El PIF afirma tener 60.000 millones “muy líquidos”, pero analistas dudan. En X (antes Twitter), la noticia explotó: “Saudi Arabia’s fund runs out of money after $55 billion EA buyout”, tuiteó @VGTimes, especulando impactos en juegos de EA.
## Implicaciones para la Industria de los Videojuegos
¿Qué significa esto para EA y el gaming? Savvy Games aspira a hacer de Arabia Saudí el hub mundial, con 39.000 empleos y eventos como la Esports World Cup 2024. Pero la liquidez del PIF podría forzar ventas de participaciones: ya redujeron Nintendo del 7,5% al 6,3%.
En EA, privatizada, Wilson promete “control creativo”, pero private equity como Silver Lake prioriza cash flow. Críticas abundan: “sportswashing” (lavado de imagen vía deportes/gaming pese a derechos humanos), antitrust (CFIUS en EE.UU. revisa soberanía extranjera) y miedos a más microtransacciones en *FC* o *Sims*.
Analistas como los de PC Gamer advierten: “Tightening pursestrings due to financial distress”. ¿Veremos despidos en Respawn o BioWare? ¿O fusiones con Scopely para mobile? El tiempo dirá, pero el “efecto dominó” podría ralentizar la ambición saudí de rivalizar con EE.UU. y Japón en gaming.
## El Futuro Incierto de Visión 2030
MBS soñó grande: de yates a *Battlefield*. Pero con petróleo volátil (bajo 70$/barril en 2025) y proyectos estancados, el PIF debe pivotar. Posibles salidas: más deuda, ventas de activos (¿Nintendo? ¿EA parcial?) o foco en rentables como Scopely (éxito de *Monopoly Go!*).
En X, @80Level resume: “Saudi PIF short on money for new investments, no wonder after EA”. La industria observa: ¿colapso o reestructuración? Para gamers, el riesgo es un EA más corporativo, menos innovador.
Mientras, Riad insiste en su resiliencia. Pero como dice Vandal: “¿Conllevará algún cambio en las empresas de videojuegos? El tiempo lo dirá”.