Madrid, 25 de febrero de 2025 – Escándalo en el hemiciclo. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha presentado una denuncia formal tras lo que ella califica como “una intolerable agresión sexual” ocurrida en los pasillos del Congreso de los Diputados. El supuesto ataque, según fuentes cercanas a la ministra, tuvo lugar cuando un intrépido periodista, armado únicamente con su libreta y un exceso de galantería, se acercó a Díaz y le espetó un devastador “cada día estás más guapa”.
“Sin rubor me dijo que cada día estaba más guapa” 🗣 Yolanda Díaz cuenta un caso que ha vivido en el patio del Congreso con un periodista: “Me quedé pegada y pensé ¿Qué hago ante esto? youtube.com/watch?v=a5HvyN…
La líder de Sumar, visiblemente afectada por el incidente, ha declarado que “esto es un ejemplo más del machismo estructural que sigue impregnando las instituciones”. En una rueda de prensa improvisada, Díaz añadió que “no se puede tolerar que en pleno 2025 las mujeres sigamos siendo cosificadas con cumplidos claramente opresivos”. Según testigos, el periodista, aún no identificado, habría intentado defenderse alegando que “solo quería ser amable”, pero fue rápidamente neutralizado por un coro de reprobación y un par de asesores con carpetas.
El caso ha desatado una ola de reacciones desde distintos grupos políticos, a continuación describimos cual ha sido la reacción de cada grupo parlamentario:
- PSOE: Los socialistas, siempre atentos a la señal de virtud del momento, han cerrado filas en torno a Díaz. La portavoz parlamentaria, Patxi López, ha calificado el incidente como “una muestra más de la violencia machista que las mujeres enfrentamos incluso en los espacios de poder”. Fuentes internas aseguran que ya están preparando un proyecto de ley para incluir los piropos no solicitados en el Código Penal bajo la categoría de “microagresiones estéticas con agravante de testosterona”. “No descansaremos hasta que decir ‘guapa’ sea tan ilegal como tirar colillas en un parque”, habrían dicho.
- PP: En el lado conservador, la reacción ha sido más tibia, como si no supieran si indignarse o reírse. Alberto Núñez Feijóo, con esa calma gallega que le caracteriza, comentó en un pasillo: “Mire, yo no digo que esté bien, pero tampoco es para tanto. A mí me dicen ‘qué elegante’ y no monto un drama”. Sin embargo, algunas voces del ala más dura del partido han insinuado que “si Díaz no quiere atención, que no se peine tanto”, desatando críticas internas por “no entender el momento histórico”.
- Vox: Los de Santiago Abascal no han tardado en convertir el asunto en munición para su narrativa habitual. En un tuit incendiario, el partido ha proclamado: “Esto es el feminismo de salón: lloran por un ‘guapa’ mientras ignoran los verdaderos problemas de las mujeres en los barrios”. En privado, un diputado de Vox habría bromeado con que “si el periodista llega a decir ‘estás como un queso’, igual le dan la silla eléctrica directamente”. La postura oficial, sin embargo, es que “la belleza es un don y negarlo es de resentidos”.
- Sumar: El propio partido de Díaz ha elevado el incidente a categoría de cruzada. Ione Belarra, con su habitual intensidad, ha exigido “una comisión de investigación para depurar responsabilidades” y ha propuesto talleres obligatorios de “sensibilización anti-piropos” para todos los trabajadores del Congreso, incluidos los ujieres y el personal de limpieza. “No es un cumplido, es un ataque al alma”, sentenció, mientras repartía panfletos con el lema “Mi cara no es tu opinión”.
- Podemos: Los antiguos socios de coalición no han querido quedarse atrás en la carrera por la indignación. Irene Montero, desde su escaño, ha aprovechado para recordar que “esto no pasaba cuando yo estaba en el Gobierno” y ha acusado al periodista de “cosificación con premeditación y alevosía”. En redes sociales, han lanzado el hashtag #NoEsGuapaEsMinistra, que ya acumula miles de retuits, aunque también algún que otro meme cruel.
- Ciudadanos: Los restos del naufragio naranja han intentado sacar cabeza con un comunicado tibio: “Condenamos cualquier agresión, pero pedimos proporcionalidad. Hay que dialogar”. Nadie les ha hecho mucho caso, como de costumbre.
Mientras tanto, el acusado, que se enfrenta a posibles cargos por “agresión verbal patriarcal”, ha desaparecido del radar, aunque se rumorea que está preparando una exclusiva titulada “Cómo sobreviví a mi propio cumplido”. La investigación sigue su curso, y el debate sobre si “guapa” es el nuevo “arma blanca” promete mantenernos entretenidos hasta la próxima sesión parlamentaria.